CATELLANI, VANESA, Frente al alma de las cosas, Galería Cecilia Caballero.

Frente al alma de las cosas
Vanesa Catellani

Hay ideas constantes en la producción artística de  Karina El Azem; desde la estética popular porteña, que atraviesa sus mitos y símbolos; nunca abandonando lo ornamental y decorativo, hasta la violencia permanente en la sociedad. 

La cercanía entre la ética y la estética es bien reconocida en el plano de la Filosofía. En palabras de Wittgenstein: “La obra de arte es el objeto visto sub specie Aeternitatis y la ética es el mundo visto sub specie Aeternitatis”.

Los valores éticos y estéticos parecen tener naturalezas muy similares y Karina El Azem se mueve entre ambos planos tanto para denunciar conflictos éticos con un abordaje estético como para mancillar un objeto bello con material bélico.

Es una reflexión acerca de conflictos universales humanos a través la presentación antinómica de la belleza y la violencia.

En sus obras se manifiesta una pulsión por la búsqueda inagotable de orden y ritmo. Esta misma búsqueda la podemos ver expresada en la música, la danza, la poesía o la arquitectura. Queda en evidencia que  la artista no se encuentra ajena a las preocupaciones que han mantenido la humanidad a lo largo de la historia de las civilizaciones; esa necesidad del adorno, de embellecer desde el objeto cotidiano hasta las vestimentas.

Es natural al hombre la preocupación por la decoración y la ornamentación.  Esta preocupación estética se refleja en las obras presentadas hoy por El Azem;  donde  se funden las reflexiones sobre los problemas del arte con las reflexiones sobre la violencia en la que se encuentra inmerso el mundo globalizado actual.

El lenguaje utilizado por la artista, sus fondos geométricos u ornamentales no son una simple excusa para resolver el “horror vacui”. Es aquí donde yace un valor enigmático impregnado en estas obras. Es aquí donde debemos comenzar a preguntarnos;  a indagar y a conectar en profundidad: ¿Cómo el material afecta sobre el significado? ¿Los objetos utilizados hablan por sí solos?

Nada es inocente o elegido por azar.  A las problemáticas éticas representadas las toma y las regresa transformadas, re significadas y embellecidas. No podemos confirmar qué apareció primero, si el material o la idea. Trabaja hilando realidades en apariencia opuestas: la representación de una imagen de violencia trabajada con materiales estéticamente bellos. O imágenes bellas trabajadas con materiales utilizados para generar violencia.

La obra está confeccionada a través de multi – disciplinas. Se vale de las técnicas del assemblage, del collage, de la pintura, de la  fotografía, de la instalación y el uso de la computadora para crear y trabajar su obra. Crea matrices manualmente y luego las fotografía para armar a través de distintos software la obra final. 

Como explica Danto en ‘El Abuso de la Belleza’, la Belleza ha sido injuriada en el arte moderno y desplazada por la ‘vanguardia intratable’. No parece hoy, como lo fue históricamente, un requisito del arte la belleza. Sin embargo la Belleza sigue siendo un valor supremo para la vida humana y no debe ser necesariamente desterrada.

Karina el Azem interpreta que lo ornamental forma parte del embellecimiento de la realidad y es por ello que está presente en casi toda su obra (El tercer reino como lo llama Danto. Ese lugar entre la belleza natural y la artística a la que está ligada la vida del hombre común y su moral de manera cotidiana). Trabajando primero a través del uso de la mostacilla, no es casual que se apodere de las obras de Picasso y de Gris, reinterpretándolas bajo la técnica del collage utilizando mostacillas como materia.

Adopta primero a la mostacilla y recorre todo un camino hasta llegar a las capsulas de balas. Como materia y lenguaje le sirven para lograr esa belleza necesaria. La mostacilla con toda su carga iconográfica por ejemplo, que se ha usado para crear adornos y objetos no muy costosos; es también un abalorio, una cuenta. Las cuentas se utilizan para la confección de rosarios religiosos cristianos. También una mostacilla es una munición del tamaño de una semilla de mostaza que se utiliza para la caza de pájaros y otros animales pequeños. Las municiones se utilizan para cazar, para matar. Y así podemos seguir indagando y avanzando en la interpretación del significado del uso de los materiales elegidos por El Azem, para dotar de concepto todo aquello que toca y trastoca.

Pero no todo es tan lineal, no todo es lo aparente; por ello estamos aquí reunidos,  ante la parte más maravillosa que tiene el arte: La fascinación por lo oculto ante la ambigüedad de lo representado. Para observar y tratar de captar el  espíritu del objeto y no al objeto. Para atravesar el alma que tienen  las cosas.

 “Lo que se ve depende de cómo preste el observador su atención, es decir, de las anticipaciones que desarrolle y de las exploraciones perceptivas que realice”  Ulric Neisser, Cognition and Reality